miércoles, 24 de septiembre de 2014

En la hora del cafe 5

Mientras espero a José las lágrimas hacen acto de presencia, siento su salado sabor en mis labios y me
muerdo la lengua para no gritar, de la rabia y la impotencia ante la situación.
-¡¡Nena!! –alguien me grita y me vuelvo.
-No, vete. –es Miguel, me sigue con el coche.
-Lo siento, por favor espera. -`para el coche y se baja. Siento su presencia detrás de mí. Sujeta mi mano con suavidad, me vuelvo y me abraza.
-Nena, lo siento, yo... te deseo tanto. No quería hacerte daño, por favor, perdóname.
-No, yo no quiero sexo... –le miro a los ojos, y me doy cuenta que me estoy engañando, pues claro que quiero sexo, aquí y ahora. El lo sabe, me conoce bien.
Siento sus manos por mi espalda, el roce de sus labios contra los míos, me besa mientras sus manos suben hasta mi cuello, pero me asusto y le aparto.
-No, Miguel ¿que haces?
-Tranquila, solo voy a besarte, solo quiero hacerte el amor nena. ¿Que pensabas?
-Yo...
-¿Pensaste que yo...? No, jamás te haría daño, así no... –y me sujeta de la cintura, arrastrándome hacia el, volvemos a estar cerca, muy cerca el uno del otro, le beso mientras me agarra y me sube al capo del coche.
Sube mi vestido y me arranca las bragas, besa mis pechos, besa mi chocho y me penetra, allí sobre el coche caliente y las luces apuntando a nuestra locura.
Estábamos follando allí, en medio de la carretera que lleva al hotel, sobre el coche con las luces encendidas, y era excitante, era sensual, era una locura:
-¡Ariane, no! Para... –José me gritaba mientras bajaba de su coche y se acercaba corriendo hacia nosotros. -¡Basta! Parar de follar ahora mismo.
Nos aparto y tiro a Miguel al suelo, lo veía venir y me fui al coche de José. La pelea duro apenas 10 minutos, pero fue intensa, puñetazos y patadas, sangre y sudor. Ambos eran fuertes, pero José sabia pelear, dio clases de autodefensa en la juventud, tuvo una vida difícil, se crió en la calle, y se veía en su forma de pegar. Dejo ko a Miguel en un momento, aunque este se defendió, se dejo caer para terminar con el dolor.
-No vuelvas acercarte a ella, me entiendes. No permitiré que vuelvas a hacerle daño, aun esta confusa pero no por que te quiera, si no por que tú no supiste amarla. Firma el divorcio y olvídate.
-Tenemos hijos sabes... y tengo mis derechos como padre. –le grito miguel con la boca ensangrentada.
-Cierto. Y si quieres a tus hijos harás lo que te digo.
-¿Es una amenaza... José? –sonó como chulesco, como si supiera algo que no debería saber.
-Será una amenaza si tu la conviertes como tal, yo solo te aconsejo sobre lo que es mejor, para todos ¿Entiendes?
Miguel sonrió, tirado en el suelo y escupiendo sangre mezclada con saliva. Me miro y me guiño un ojo, algo que no entendí bien, pero que me asusto enormemente.
José entra en el coche, me ofreció una chaqueta y puso el coche en marcha.
-¿Todo bien? –me pregunto.
-Si... –asentí con la cabeza, asustada y avergonzada por la situación.
-Bien, volvamos a casa entonces. Los niños te esperan.
-¿Los niños?
-Clarita te lo explicara, ella lo vio. –Clara es la mujer de José, ella es una especie de india cheroqui o algo así. Tiene una especie de visiones que le dicen que ocurrirá, un sentido que le indica lo que ha de hacer y unos cánticos y aquelarres para ahuyentar lo maligno, bueno eso cuenta José, yo no creo mucho en esas cosas, aunque parece que esta vez algo de razón tenia.



Continuara...

8 comentarios:

  1. Ay.... visiones y todo!!

    Ya echaba yo de menos esta historia :)

    Besotes :)

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  2. ¡Anda que no! Me gustan a mi estas historias donde se mezcla algo de misticismo, supersticiones y fantasías...
    Me ha gustado.
    Besos de Pecado.

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    1. Muchas gracias guapa!!!
      Me alegro que te guste, me vino a la mente de repente, pense que estaria bien un cambio en la historia :-))
      Un besito

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  3. Guapa.... que se me había pasado leer la continuación, con lo interesante que estaba y más que lo has dejado... A mi lo místico y espiritual me encanta, así que este nuevo giro me chifla... a ver que dice la mujer de Jose... que intriga por dios!! :)

    Muchos besinos!!

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    1. Me alegro que os guste tanto, es un tema que da mucho juego!!!
      Un besin potxola!!!

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  4. Que se quede con el otro de la cafetería por dios! No soporto a esos hombres que son como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer. Este no ama ni deja amar a otro. Qué asco de tío el Miguel!

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    1. Hay mucho de eso por el mundo, desgraciadamente...
      Tendre en cuenta la peticion ;)
      Un besito!!

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Muchas gracias por la visita y por comentar :-))))