lunes, 22 de septiembre de 2014

En el cuero...

Sus dedos entre los pliegues de su chocho le excitaban tanto a ella como a el. Sentir su humedad en su mano mientras ella sentía la dureza de su miembro en el trasero. Las suaves caricias y los susurros de palabras malsonantes al oído, la llevaban a un estado de excitación difícil de controlar. Sus caderas no dejaban de menearse hacia delante y hacia atrás, sus pechos subían y bajaban en ese vaivén, lo que hacia volverse loco a el. Y allí, en el sofá de cuero frío, en la oficina donde el trabajaba, ante la excitante sensación de que alguien pudiera entrar y pillarlos, ambos se corrieron y follaron durante horas, con el sonido de los teclados y las impresoras de fondo.


4 comentarios:

  1. Toda buena fantasía incluye algo de este tipo, aunque no sé tú, pero yo si me pueden pillar... qué vergüenza! Prefiero evitarlo. Pero sigamos fantaseando con ello, que para eso están las fantasías ;P

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    Respuestas
    1. Tiene su morbo jajajaja
      Aunque depende de quien y en que situacion jajajaja

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Muchas gracias por la visita y por comentar :-))))