La primera noche 2

Estamos dentro de la habitación, uno frente al otro, excitados, deseosos... su mirada es tan profunda, como el color de sus ojos, sus labios entreabiertos y sus manos alrededor de mi cintura me llevan al más absoluto desenfreno y me lanzo con un apasionado beso. El me corresponde jugueteando con mi lengua, mordiendo mis labios, acariciando mi trasero... siento una de sus manos acariciando mi cuello, acercándome mas a el,

sus dedos atraviesan mis bragas, llenándose de mis fluidos, excitándome hasta soltar un gemido. Comienza a subir mi vestido hasta sacarlo por la cabeza, no deja de mirarme a los ojos, lo que me ruboriza al verme desnuda ante el, pero el deseo es mas poderoso y empiezo a desabrochar los botones de su camisa. Su cuerpo esculpido es música para mis ojos, su torso perfecto, sus brazos, su espalda ancha, me pierdo en su cuerpo. Me quita el sujetador y observa mis pechos, acariciándolos con suavidad... se agacha bajando sus manos por mis muslos mientras me quita las bragas, mojadas por la excitación.

-Vamos, hagámoslo en la ducha.- me dice agarrándome de la mano y llevándome al baño. Y se lo agradezco, por que necesitaba una ducha.

Abre el agua y se suelta los botones del pantalón, me acerca a el:

-¿Me los quitas? –me susurra al oído cogiendo mis manos y poniéndolas en su cintura. Meto mis manos a través de su pantalón y siento la piel de su trasero, suave piel, duro trasero, no lleva gayumbos, y eso me excita. Besa mi cuello, bajando por mi hombro, se recrea en mis pechos y sigue bajando, llega hasta mi pubis bien recortado, abre mis piernas con suavidad e introduce su lengua entre los pliegues de mi chocho, fundiéndose con mi elixir, excitándome con su humedad. De pie en la ducha, con mis manos en su cabeza, y

su cabeza entre mis piernas llega mi primer orgasmo de la noche, corto pero intenso, me promete que habrá más, y serán esa misma noche.

Nos duchamos mutuamente, y entre el jabón acojo su pene entre mis manos, acariciándolo suavemente, destapando su glande, notando su dureza. Aun enjabonados me lleva hasta la cama, me tumba de espaldas a el e introduje toda su verga en mi, llevándome a un gemido sin fin. Sus envestidas son lentas pero muy profundas, lo que dan mucho placer, y provoca un segundo orgasmo cuando siento sus dedos en mi clítoris mientras penetra mi chocho y me inunda con su chorro.

Durante un rato nos quedamos tumbados en esa misma postura, dejando que nuestros fluidos inunden las sabanas, sintiendo nuestra piel aun húmeda y llenado de caricias y besos mi espalda.

-¿quieres volver a la ducha? –me pregunta suavemente al oído.

-¿Juntos? Claro... –se levanta, me da un pequeño azote en las nalgas mientras me dice:

-Tu espera aquí, voy a preparar la bañera. –y no puedo dejar de mirar su bonito trasero mientras se aleja.

Divago con mis cosas mientras espero a Jason, y por un momento me siento como un personaje de mis libros,  mujeres que se acuestan con un desconocido y acaban enamoradas de un hombre maravilloso que les hace felices eternamente... y entonces me inunda la tristeza, por que me doy cuenta que estoy viviendo un sueño del que despertare por la mañana.

-¡¡Vamos nena, el baño esta listo!! –entra en la habitación como un rayo y me lleva en volandas hasta la bañera.

-¡Jason! –me agarro fuerte a el y su olor penetra en mi como una droga, su preciosa sonrisa y su eterna mirada me llenan de felicidad por un momento, pero se que solo será eso, un momento.

La bañera estaba llena de pétalos de rosas y espuma con aroma a coco, mi favorito, y unas pequeñas velas adornaban todo el baño. Nos metemos juntos, yo aun seguía en sus brazos, acariciaba su hermoso y largo pelo, y no podía dejar de besarle. Me sentó en su regazo mientras se introducía en la bañera, su verga estaba cargada de nuevo y la sentí dentro de mí con gran excitación, mi chocho la acogió con ganas y sentí la necesidad de cabalgar. Me agarre a su cuello mientras mi cuerpo, como poseído por la excitación, cabalgaba despacio, mi boca gemía, mi corazón se desbocaba, mi chocho se derretía.

Y una vez más nos dejamos llevar, esta vez mas calmados, sin prisa, abrazándonos y besándonos con pasión, mirándonos a los ojos y sonriéndonos al alma.

Continuara...