ARIMA SUMATU (percibir el alma)
El rincon erotico y poetico de itza
domingo, 2 de febrero de 2020
miércoles, 14 de noviembre de 2018
Manos de lija, visión femenina. El lado romantico de las cosas
Se
sonroja fácilmente y eso le hace sexy, casi tanto como su sonrisa, una de esas
de oreja a oreja, de las que iluminan una habitación. Su mirada es alegre y
chispeante, y tiene unos preciosos ojos azules con los que te derrite al mirar.
Es
uno de esos tipos sencillos a primera vista pero que te atrapan sin darte
cuenta, atractivos al segundo vistazo. Tiene un cuerpo bien contorneado,
cintura estrecha, culo prieto y espalda ancha, un triangulo de las bermudas, e imagino que luce unos impresionantes abdominales.

Y el
morbo esta servido, al menos así lo sentí cuando, por primera vez, note sus
manos, cuando sin querer, un rocé de su piel me hizo estremecer. No eran
suaves, al contrario, eran ásperas y secas, como la lija. Pero eso no me echo
atrás, al revés, quería volver a sentirlas, quería ver cuanto me excitarían,
quería sus manos de lija sobre mi piel.
Desde
aquel día, imaginaba su cuerpo sobre el mío, acariciando mis muslos con sus
ásperas manos, sintiendo sus labios en mi boca, ahogando mis gritos de placer.
Me veía tirando de su pelo, alborotándolo y despeinándolo, y su profunda
mirada, sus bonitos ojos azul intenso, puestos en mi, como si en ese instante
no habría nada mas importante en el mundo, solo el, yo y el mas intenso y
profundo de los placeres. Un sueño que se repetía una y otra vez.
Me
gusta observarle, ver como se mueve, como respira... es una delicia verle sonreír,
oír su sexy, suave y masculina voz. Me derrite cuando me mira a los ojos mientras
habla, es como un vicio incontrolable mirar sus sensuales labios y no dejar de
morder los míos, como si fueran los suyos los que están en contacto con mi
boca. Y sus manos... me vuelven loca, ásperas, masculinas... de esas que saben tocar, de las que acarician suavemente pero con firmeza.
Nada en el me desagrada. Tal vez algo si... su forma de hablarme, pero claro ¿quien soy yo? Yo no soy nadie, solo la chica que pasea de un lado a otro con el trapo en la mano. Solo aquella de la que nadie recuerda su nombre.
¿Quien?
La chica de la limpieza.
¿Quien?
La chica de la limpieza.
continuara...
miércoles, 28 de marzo de 2018
Sonrie
Sonríe. Y mi alma se alborota.
Me mira. Mis mejillas se sonrojan.
Dice mi nombre. Mi corazón se desboca.
Y en mi soledad lo imagino, a mi lado, susurrándome al oído,
Acariciando mis muslos… penetrando mi ser… suplicando mas placer.
Y mañana volveré, sólo para verle sonreír.
martes, 13 de marzo de 2018
Nunca sera
Y no puedo evitar mirarle a los ojos y sonreirle cuando me mira...
Suspirar si me roza ...
Me explota algo dentro... muy hondo... pero no es sólo amor... Es también dolor, por que nunca será para mi, ya que sus ojos y los míos nunca sentirán lo mismo.
martes, 30 de mayo de 2017
lunes, 6 de marzo de 2017
Manos de lija (parte dos)
Y
aquí estoy, con una tía que me vuelve loco, medio en pelotas, en la sala de
spinning de un gimnasio, con el rabo tieso y con los ojos mirando hacia la
puerta, por si nos pillan en medio del polvazo que le pienso echar.
Sus
manos aprietan mi culo con ansia, y las mías sienten la humedad de su chocho
moreno, que hace que mis dedos resbalen en su interior con suavidad, sus jadeos
se intensifican y sus caderas se mueven hacia delante y hacia atrás.

Vuelve
a mi, ansiosa. Me besa. Me alborota el pelo, me desnuda mientras me va
acariciando... me esta volviendo loco, y este es el momento, aquel que estaba
deseando, aquel por el cual me decidí a venir al gym. La empotro contra una de
las vigas de la sala, sonríe... la levanto suavemente mientras beso su ombligo,
recorro con mi lengua su pubis, le miro a los ojos, lo desea. Coloco sus piernas sobre mis hombros, y me embriaga su
aroma, cierro los ojos y disfruto del momento. Tiene sus manos entrelazadas con
mi pelo y suavemente me voy acercando... siento el calor, la humedad... mi
lengua recorre todo su esplendor, muerdo su clítoris con suavidad, noto como
crece, como se endurece, como se humedece... tira de mi pelo hacia atrás y me
pide que la bese. Nuestro sabores se unen en nuestras bocas. Se
cuelga de mi cuello mientras se posiciona para que la penetre. Deslizo mi polla en su interior, el placer nos envuelve, jadeamos, follamos hasta corrernos, yo sujetándome a la viga, ella sujetándose a mi, como siempre quise hacer y no pude, hasta ahora.
cuelga de mi cuello mientras se posiciona para que la penetre. Deslizo mi polla en su interior, el placer nos envuelve, jadeamos, follamos hasta corrernos, yo sujetándome a la viga, ella sujetándose a mi, como siempre quise hacer y no pude, hasta ahora.
El
gato y el ratón están cachondos perdidos, aun teníamos ganas de mas, pero me
faltaba algo de música, algo de ritmo para nuestras caderas. Me acerco al
equipo de música y le enchufo mi mp3. Busco algo con ritmo, mientras ella coge
una pelota, una de esas grandes que utilizan para pilates. No se que pretende
pero pienso averiguarlo.
No
soy de música sensual, así que espero que le vaya lo duro. Suena
"believer" de imagine dragons, desde que la escuche he querido follar
al ritmo de esta canción, y después, "chop suey" de system of a down
¡¡brutal!!
Al
girarme para buscarle, la veo mirándome, sujetando la pelota entre las manos,
con una enorme sonrisa en su preciosa boca. Me mira la polla, que le devuelve
la sonrisa.
-
¿Siguiente asalto? -pregunta humedeciéndose los labios y tirándome la puta
pelota. Se esta descojonando la muy puta y encima tocan a la puerta.
-¡¡Ocupado!!
-grita mientras ríe a carcajada. Me encanta su atrevimiento, su naturalidad, su
risa, su mirada, me encanta toda ella.
-Que
¿has terminado? Yo quiero otro. ¿Que pasa? ¿No puedes o que? -me esta
provocando.
-Solo
admiraba lo que tengo frente a mi. -lo digo sin pensar.
-¿Te
vas a poner romántico?
-No
me jodas, venga al lío. -disimulo y le lanzo la pelota.
Me
indica que le siga con el dedo, obedezco. Me lleva al fondo de la sala, coloca
la pelota en el suelo y se vuelve hacia mi. Coloca sus manos alrededor de mi
cuello y me susurra al oído:
-¡Vamos
manos de lija, que no se diga!
-¡Quiero
follar! -me dice tirando de mi pelo y obligándome a que me siente sobre la
bola. Se coloca sobre mi, me acaricia, me besa, me penetra, ella lleva el
ritmo. Un ritmo duro, rápido, excitante.
La música
sigue sonando, y nosotros follamos a su ritmo.
Me pasaría todo el día aquí, con ella, desnudos, mirándonos, follándonos. Ya no solo por el placer del sexo, que también, si no por su compañía, su insolencia, su atrevimiento, que me excita, me gusta, me enamora, si, lo he dicho, me enamora, a tomar por culo.
Continuara...
viernes, 17 de febrero de 2017
Manos de lija (parte uno)
La
idea era ejercitar el cuerpo, convertir mis
lorzas en una tableta de chocolate, de esas que vuelven locas a las
mujeres. Hacer de mis fláccidos brazos un buen armazón para poder abrazar, y
que cojones, para levantarlas al follar.

Conseguí
mi objetivo, y algo mas.
Llevaba
un año moldeando mi cuerpo a base de dieta estricta y ejercicio, y aunque no
había llegado al objetivo fijado por mi entrenador, se notaba un cambio
considerable.
Eran
las diez de la mañana de un frío viernes de diciembre, llevaba casi una hora de
entrenamiento cuando una chica alta, morena, de intensos ojos verdes y una
preciosa sonrisa entro en el gym. Su dulce y embriagador aroma penetro en mis
fosas nasales a su paso por la sala de maquinas, haciendo que me
desestabilizara y cayera a sus pies, poniendo en sus mejillas un bonito color
rosado. Con su dulce mirada me ofreció la mano para ayudarme a ponerme de pie,
y con un "hola que tal" termino de romper todos mis esquemas.
La
gente que se entrena en un gimnasio, sabrá, que si lo hace sin guantes, acaba
teniendo unas manos llenas de durezas, ásperas y secas, por que los tíos, al
menos yo, no nos cuidamos una mierda la piel.

Se
equivocaron. Folle, ya lo creo que folle. Joder, como me la folle.
Aquella
morena de mirada alegre y dulce aroma, era la nueva profesora de spinning, y
como buen empotrador, sabia que tenia que apuntarme a una de sus clases. No
tenia ni puta idea de lo duro que seria, solo pensaba en tirarmela. En la sala
de maquinas, sobre la colchoneta, en la ducha, en la sauna, sobre la cinta, contra
la pared, de día, de noche... de todas las formas posibles, en todas las
posiciones del puto kamasutra, en su casa y en la mía, en mi coche y en la
moto... pero las manos, mi putas y ásperas manos...
Tres
días por semana, durante una hora y 40 euros mensuales, mas otra hora de
entrenamiento en la sala de maquinas y otros 40 euros mensuales, eran el coste
por mi encoñamiento con la morena, pero el culo prieto y las piernas
contorneadas también merecieron la pena.
El
puto spinning era agotador, y Laura, la morena del culo prieto que me tenia
loco, era una salvaje que no me dejaba respirar. Me sonreía putamente
cada vez que me veía sacar la lengua, y juraría que le ponía cachonda verme sufrir.
cada vez que me veía sacar la lengua, y juraría que le ponía cachonda verme sufrir.
-Vamos,
Alex, que no se diga. -me gritaba desde la otra punta de la sala mientras me
guiñaba el ojo y se partía el culo, la muy puta. Como te coja te vas a enterar,
me decía a mi mismo, pensando en empotrarla contra la pared, penetrándola una y
otra vez, dejándola sin aliento entre polvo y polvo. Sin permitir que se corra,
aunque me suplicase, aunque implorase, la follaría salvájemente y le castigaría
con el placer mas extremo.
Se me ponía dura cuando me sonreía. Y ella lo
sabia. Ella decidió follarme aquella mañana de diciembre, y no al revés. Iluso
de mi. ¿dulce? ¿tierna? mis cojones treinta y tres, era una salvaje indomable
con piel de cordera que me volvía loco con su mirada traviesa y su sonrisa
picarona. Me enloquecía por que solo era conmigo, solo yo veía ese otro lado
salvaje y juguetón, por que era yo a quien ella quería en su juego, y eso me
enloquece. El juego del gato y el ratón.
-Alex,
tal vez necesites alguna clase particular, el pedaleo ha de ser mas intenso y
no te veo sudar como antes. -me soltó de buena mañana, me dejo blanco. Pasamos
al siguiente nivel.
Gato 1, ratón 0.
-Si
claro, me vendría bien, ya que últimamente estas floja y no me motivas nada.
Gato
0, ratón 1.
-¡Ah,
si! Muy bien, en una hora te quiero ver en la bici. Veras que es motivación.
Gato
enfadado, ratón cachondo.
En
una hora la sala quedaría vacía, por lo que solo estaríamos ella y yo, mi culo
en un aprieto, mi polla saltando al vació y mi sufrimiento dibujando una
sonrisa en sus labios.
-Muy
bien Alex, vamos a ver ese culo arriba, no quiero verte apoyarlo en el sillín ni un segundo...
¡¡Vamos arriba!! -la música suena alta a rabiar, la bici esta dura de cojones y
su mirada en mi espalda, mirándome el culo... puta madre, lo que hace uno por follar, joder.

-¿Que
coño? ¿me has azotado el culo? -veo su mirada, su picardía en lo que acaba de
hacer.
-Venga
Alex, que no se diga...-ostia, mi nombre suena jodidamente sexy en su boca.
Gato
1 ratón 0.
-Bueno
ya esta bien. Te voy a follar, ahora mismo, contra la pared, contra el espejo,
en el puto suelo, me da igual, pero te lo voy hacer.
Se
muerde el labio, la muy... estaba esperando, ella ha decidido que será hoy.
Me
bajo de la bici. Esta tranquila, mirándome fijamente. Me acerco, sigue
sonriendo. Pero estoy sudado, y no quiero que sea así. Y mis manos. Ostia mis
manos.
-¿Alex? -me dice sorprendida.
Me
paro en seco, y me doy cuenta que no es una buena opción, que no quiero hacerlo
así. No quiero el recuerdo de un polvo rápido y sudado, o peor, un rechazo
doble, sudor y manos de lija. No, hoy no será el día.
-Lo
siento, tengo que irme, te libras por un pelo... -le dejo plantada, y veo la
decepción en sus ojos, me pierde su mirada y no quiero dejarla así. Acerco mis
labios a los suyos, sin tocarlos. La miro fijamente. Pestañea varias veces y
vuelve a sonreír.
-¿Demasiado
para ti? -me suelta mientras acerca sus labios hasta rozar los míos.
-No,
yo... -y no puedo aguantarme. La beso. Labios carnosos y suaves. Jadea
suavemente. Llevo mis manos a su rostro, ella rodea mi cintura.
Nuestras lenguas se unen en mi boca. Me aprieta el culo, mientras me acerca hacia a su cuerpo. ¿Quiere ver si estoy palote? Pues se va hacer daño, por que tengo el rabo como el martillo de Thor.
Nuestras lenguas se unen en mi boca. Me aprieta el culo, mientras me acerca hacia a su cuerpo. ¿Quiere ver si estoy palote? Pues se va hacer daño, por que tengo el rabo como el martillo de Thor.
Suavemente
la llevo hasta la pared. No parece molestarle mis manos, ni mi sudor. Se deja
llevar. Manosea mi cuerpo, acoge mi lengua en su boca. Pasa sus manos por mi
cuello y eleva sus piernas hasta mi cintura. Esta dispuesta, estoy deseoso.
-¿Puede
entrar alguien? -pregunto intrigado.
-Si.
-responde segura, mientras me quita la camiseta, y se muerde el labio, le gusta
lo que ve, me mira lasciva, me pone a mil.
Con
cierto miedo meto mis manos por debajo de su camiseta. Su piel suave reacciona
a mis caricias. Le gusta. Jadea. Subo por su espalda, despacio, bajo hasta sus
caderas, me recreo en el paseo, lento, disfruto. Tira de mi pelo, me susurra al
oído "me gusta" y me vengo arriba. Le suelto el sujetador, le subo la
camiseta hasta quitársela y veo asomar sus precisos pechos, turgentes,
endemoniadamente perfectos. Los beso, los lamo, los muerdo... jadea otra vez,
esta disfrutando. Tengo el rabo para reventar, pero hay mucho que disfrutar
aun. Siento sus manos a través del pantalón, acaricia mi culo, lo aprieta, lo
estruja entre sus dedos, me pide mas... pasamos al siguiente nivel.
Gato
1 ratón 1
Continuara...
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