Déjame...

Nena, te voy a dejar
aunque me muera de pena.
Nena, te voy a dejar
aunque la sangre se pare en mis venas.
Te voy a dejar
y cumpliré mi condena
donde no pueda soñar,
dentro de mi oscura carcel de arena.
Y en el fondo del arcón
junto a mi suerte negra
¿Sabes qué voy a guardar?          
Con tus recuerdos, mi pena.

Nena, te voy a dejar.
Mientras la música suena
no dejes de pensar
que a tu lado se queda mi estrella.
Te voy a dejar.
Me marcharé de esta tierra.
Así en paz quedarás
dentro de tu triste jaula de seda.

Y ya ves que la razón
de acabar de esta manera,
es: "Solo te puedo dejar
el día en que yo me muera".

Esta canción me cantabas cuando aun éramos novios...

yo era una cría y tu un hombre de pelo en pecho.

Te amaba tanto que me aterraba la idea de separarnos, y tú te divertías cantándome en el cuarto.

Tal vez debiste hacerlo... dejarme y que me muera de pena, como lo hago ahora... pero decidiste seguir y ahora no  merezco la pena.

Eras el único del que no me lo esperaba, jamás imagine que las escucharía de tu boca, pero mira por donde... al final salieron... y me duelen tanto que me estoy volviendo loca.

Déjame, o mátame... lo que te venga mejor, pero alivia este dolor, por favor... por que yo "solo te puedo dejar el día en que yo me muera"