No pude esperar. Le vi sentado en la barra del bar, con su
cerveza fría y su cigarro celtas en la boca. Me acerque sensual, suspirando
descaradamente y mojándome los labios. El sabía lo que eso significaba y no
pudo evitar sonreír. Me acercó a el con un tirar de mi blusa y un agárrame el
trasero, note sus dedos rozar mi chocho, lo que me llevo a la mas absoluta
locura sexual. A dos centímetros de su boca, su aliento llego a mí como un
ligero perfume, erótico, caliente... le bese, pasional, cachonda... y me aleje
hasta entrar en el baño del local. Dentro le espere, semi desnuda y cachonda,
pero el no llegaba. Pasaron veinte minutos cuando me canse de esperar, me vestí
y me acerque a la puerta. Pensaba montarle una buena bronca, no se puede poner
cachonda a una dama y dejarle esperando en un baño público... pero para mi
sorpresa la puerta no se habría. Mi enfado era
monumental, pero no más que mis
ganas de follar con mi marido, así que espere pacientemente. Sabia que el era
el artífice de ese caos. Le gusta jugar, y a mi no me gusta perder.
Serian las once de la noche cuando la puerta se abrió,
estuve tres horas allí metida, pero la espera mereció la pena. El bar estaba vacío,
las persianas echadas y en todas las mesas había una vela con aroma a coco.
Sonaba una suave melodía y mi marido esperaba desnudo sobre la barra del bar.
Esta era su fantasía.
Mi chocho comenzó a lubricar cuando el me subió a la barra.
Sin decir una palabra comenzó a desnudarme. Su lengua recorría mis muslos, mientras
sus manos acariciaban mi espalda y mis pechos. Sentí gozar cuando su boca y sus
labios entraron en mi abertura vaginal, sus dedos recorrían mi cuerpo
suavemente y mi mente se dejo llevar. Mis piernas alrededor de su cuello
mientras lamia mi coño me llevaron al éxtasis y sus ganas de follarme sobre aquella barra casi le revientan el rabo.
Me penetro salvaje, ansioso, y yo le acogí entre mis piernas como si fuera
nuestra primera vez. Su respuesta no se hizo esperar.
Me imagino su respuesta... jajajaja... Madre mía Itza, contigo los grados suben como la espuma, quien dice que en el norte no puede hacer calor... vaya si lo hace, solo hay que venir a verte....
ResponderEliminarY bueno tres horas encerrada... yo soy capaz de dejarlo con el pito tieso en venganza... jajajajaja...
Muchos besinso guapa!!!! :)
jajajaja posiblemente yo tambien el dejaria con el pito tieso... bueno pero solo un ratito jajajaja
Eliminarun beso potxola!!!
Me encanta ver que sigues igual de fantástica :)
ResponderEliminarMe encanta lo del rabo, jajajaja...
Un besito....
jajajaja muchisimas gracias Tatu!!!
EliminarUn beso guapa :-)))
Tres horas! Será... Pero bueno, nunca hay que desperdiciar un calentón ;)
ResponderEliminarjajajaja pero lo bien que lo pasaron despues... aunque como dice Haydeé por ahi arriba, le deberia haber dejado con el pito tieso jajajaja
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