jueves, 19 de junio de 2014

Un asunto sin resolver 7

Aun ardientes y apasionados, caemos en un enorme descampado donde veo a Joe con su avioneta, imagino que con ropa, esperándonos. El paracaídas se posa sobre nosotros, nos abrazamos y nos miramos con deseo, con ganas de más sexo, caricias y amor. Marcos me tumba sobre la hierba y comienza a besar mis pechos, acaricia todo mi cuerpo con ansia, sus besos son intensos y noto su polla dura entrando en mi chocho. Solo Joe sabe que debajo de ese paracaídas hay dos personas desnudas y se intuye perfectamente lo que hacen, pero mi pudor me impide disfrutar del momento:
-No puedo Marcos, por favor para.
-Perdona nena, yo... te deseo tanto...
-Lo se, yo también te deseo pero Joe...-solo imaginar que esta mirando me pone colorada.
-¿Joe? El esta en la avioneta con su música y su tabaco, no molestara.
-Pero es que, no puedo Marcos, lo siento.
-Tranquila, tenemos mucho tiempo. ¡Vamos! –me acaricia el rostro suavemente mientras sonríe, se levanta, tiene el rabo tieso y no puedo evitar reírme.
-¿Te hace gracia no? –me dice poniendo los brazos en jarra.
-jajajaja lo siento... –no puedo dejar de reírme.
-Pues es culpa tuya, así que ve pensando una recompensa. –acerca su polla a mis labios, los roza suavemente y me excita muchísimo.
-Por favor Marcos.
-¿Si le digo que se vaya, me la comerás? –me dice con una picara sonrisa. Observo a Joe, esta dentro de la avioneta con unos cascos enormes en las orejas, parece completamente distraído y ajeno a lo que hacemos. Es realmente tentador, los dos desnudos bajo el paracaídas, tumbados sobre la fresca hierba de algún lugar de Londres... ¡atrévete! Me dice mi cabeza, ¡follatelo! Me dice mi chocho húmedo y caliente.
Marcos se agacha, me mira tiernamente a los ojos mientras me acaricia suavemente los pechos, pasa su lengua por mis labios, vuelve a tumbarme en el suelo y comienza a recorrer mi cuerpo con la lengua mientras sus manos se posan en mi clítoris completamente mojado. Mis piernas se abren automáticamente para dejar que sus caricias inunden mi chocho, sus dedos se introducen en mi abertura vaginal con gran facilidad, mis gemidos y los suyos son lo único que se escucha. Su boca baja por mi ombligo haciendo pequeños vaivenes mientras sus dedos siguen dentro de mí, la excitación es máxima cuando noto su aliento en mi pubis. Con la otra mano abre mis labios vaginales, dejando mi clítoris al descubierto y su lengua recorre todo mi chocho de arriba abajo, con pequeñas presiones en el clítoris y sacando y metiendo varios dedos en mí chocho completamente empapado. Quiero darle placer activo, así que le pido un cambio de postura, lo que nos convierte en un 69 de manual, el abajo, yo arriba... ¡excitante a mas no poder!
Mi boca acoge su polla dura con ansia, la humedezco en toda su longitud mientras subo y bajo con la mano, la otra mano acaricia su perineo y sus testículos... abre las piernas, lo que me hace sonreír, esta disfrutando tanto como yo.
-¡Mas rápido nena! –me grita mientras introduce su polla con frenesí una y otra vez en mi boca. Se hincha, se retuerce... me abro mas, meneo mis caderas ¡¡¡aaahhhh!!! Ambos nos corremos en la boca del otro, ambos disfrutamos de nuestros fluidos.
-He disfrutado mucho nena, ha sido realmente fantástico. Ahora vamos a vestirnos para ir al hotel, tengo más sorpresas para ti. –sus besos llenan mi cuerpo, mi cara, mis labios.
-Marcos, es todo tan maravilloso que me asusta.
-Solo disfruta el momento, el aquí y ahora. ¿Eres feliz hoy?
-Si, mucho.
-Bien, entonces nada más importa. ¡Vamos!
Joe sigue con sus cascos y la música esta alta, desde la puerta de la avioneta consigo escuchar AC/DC con su highway to hell. Nos sonríe cuando nos ve sentados en nuestros asientos y nos da una bolsa con ropa. Marcos ha comprado un vestido y un conjunto muy sexy para mi, todo color púrpura, mi color favorito, y unos zapatos de tacón negros.
-¿Y esta elegancia? –pregunto.
-Es para la cena, dentro de una hora, lo que tardamos en llegar al hotel.
-¿Pero que hotel es, de lujo? –me asombra la elegancia del vestido.
-Si, un poco. Anda vístete.
Marcos se pone un traje negro con una camisa blanca, una corbata del mismo tono que mi vestido y unos zapatos de cordones, esta muy elegante y guapísimo, pero me desconcierta tanta elegancia, yo nunca me vestido así, y tampoco he estado en un hotel de lujo, solo espero estar a la altura.
Estamos llegando aun pequeño aeropuerto, imagino que será el mismo de antes, no consigo recordarlo, los nervios me nublan por completo. Marcos baja de la avioneta y saluda aun hombre muy elegante que espera en un enorme coche con las puertas abiertas. Me ofrece su brazo para que le agarre:
-Nena, esta será tu noche, tu noche de princesa. –no entiendo lo que significa, pero me agarro fuerte a el y me dejo guiar por sus pasos firmes. El coche que espera es para nosotros, el hombre elegante es el botones de un hotel, pero no consigo leer su chapita, por lo que tendré que esperar a llegar para saber a donde me lleva. Muy amablemente me indica que pase al interior de ese enorme coche y a continuación cierra la puerta, me siento muy cohibida, nunca me ha gustado esto de que te abran las puertas, me hace sentir mal, yo tengo manos y capacidad para eso y mas, pero no quiero parecer absurda así que me limito a seguir el juego. El interior en increíble, huele maravillosamente bien y hay champán y bombones para un regimiento. Durante el trayecto no puedo dejar de mirar por la ventana, es la primera vez que salgo al extranjero y a Londres ni más ni menos. Marcos disfruta con mi atolondramiento, creo que le excita verme como a una niña pequeña el día de reyes. El coche baja la velocidad hasta aparcar en una acera, el hombre elegante sale del coche y yo hago lo propio, pero Marcos me lo impide sujetándome del muslo. Mi instinto me dice que este hombre es un botones del hotel, y cuando me abre la puerta para que salga lo veo, su chapita con el nombre del hotel:
The Ritz Hotel.
-¡Marcos! ¿me has traido al Ritz? ¿Estas loco? –le digo al oído completamente asombrada.
-Si, estarás como una princesa en tu primera estancia en Londres, y veras cuando veas la habitación.
-¿Que, follare como una princesa también? –le digo con una sonrisa picara.
-jajaja eso depende del tipo de princesa nena. –me guiña el ojo y me da un pequeño azote en el culo, yo me pongo colorada y noto la mirada de todos lo presentes en la recepción del hotel.
-Buenas tarde señores ¿desean subir a la habitación antes de la cena? –otro elegante señor nos sonríe mientras nos indica el numero de habitación.
-Por favor Marcos ¿podemos? –suplico.
-Claro nena. Si por favor, mi princesa quiere ver sus aposentos. –le doy un codazo y el  me sonríe, se esta divirtiendo mucho con todo esto. Nos acompaña al ascensor el mismo señor, mientras subimos noto la mirada de Marcos, esta excitado y me asusta lo que esta imaginando, después del paracaídas cualquier cosa puede pasar por esa imaginación desbordante.
-Aquí es señor, suite matrimonial, adelante. –nos abre las puertas, dos si, como en las películas y abro la boca al contemplar lo que veo.

-¿Y bien? ¿Crees  que podemos follar como princesa y caballero? –se coloca detrás de mi y comienza a subir mi vestido hasta llegar a mi culo.

-Marcos....

Continuara...

4 comentarios:

  1. Madre mía... Marcos está que se sale... jajajaja... menudo momento bajo el paraca... que intenso y excitante por favor... y ahora al pedazo de hotel... Princesa y caballero, si, si... como animales los veo!!!
    Me ha gustado mucho guapa!!! Que arte tienes leñe!!! :)

    Muakssssss!!!

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    1. jajajajaaja si, yo tambien los veo como animales salvajes rompiendo hasta la ropa interior :p

      Gracias potxola!!!

      un beso grande :-))

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  2. JEJEJEJE,,, PRINCESAS Y CABALLEROS FOLLAN COMO TODOS LOS DEMÁS,,, :P
    UNA HISTORIA MUY EXCITANTE...
    UN BESAZO ITZALAK!!!

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    1. Gracias!!!
      A ver que hacen esta princesa y este caballero en esa habitacion :p

      Un beso LORD :-))

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Muchas gracias por la visita y por comentar :-))))