viernes, 17 de febrero de 2017

Manos de lija (parte uno)

La idea era ejercitar el cuerpo, convertir mis  lorzas en una tableta de chocolate, de esas que vuelven locas a las mujeres. Hacer de mis fláccidos brazos un buen armazón para poder abrazar, y que cojones, para levantarlas al follar.
Por que seamos sinceros, a los tíos nos encanta la idea de follar empotrándolas contra algo, agarrándolas del culo y abriéndoles bien las piernas, para que les entre todo el trabuco. También me mola la idea de comerles el coño contra la pared, ya sabéis, sujetando su cuerpo en mis hombros mientras me alborotan el pelo y gritan mi nombre una y otra vez.

Conseguí mi objetivo, y algo mas.

Llevaba un año moldeando mi cuerpo a base de dieta estricta y ejercicio, y aunque no había llegado al objetivo fijado por mi entrenador, se notaba un cambio considerable.
Eran las diez de la mañana de un frío viernes de diciembre, llevaba casi una hora de entrenamiento cuando una chica alta, morena, de intensos ojos verdes y una preciosa sonrisa entro en el gym. Su dulce y embriagador aroma penetro en mis fosas nasales a su paso por la sala de maquinas, haciendo que me desestabilizara y cayera a sus pies, poniendo en sus mejillas un bonito color rosado. Con su dulce mirada me ofreció la mano para ayudarme a ponerme de pie, y con un "hola que tal" termino de romper todos mis esquemas.

La gente que se entrena en un gimnasio, sabrá, que si lo hace sin guantes, acaba teniendo unas manos llenas de durezas, ásperas y secas, por que los tíos, al menos yo, no nos cuidamos una mierda la piel.
Al principio no me molestaba, miraba mi cuerpo y merecía la pena, pero a las tías no les gustaba, ellas preferían unas manos suaves y bien cuidadas, así que me daban el coñazo para que me diera cremas. Decían que a las tías les gustaba los tíos de manos suaves, que mis manos de lija no las soportaría ninguna mujer, que con esa piel nunca me follaria nada y bla bla bla...
Se equivocaron. Folle, ya lo creo que folle. Joder, como me la folle.

Aquella morena de mirada alegre y dulce aroma, era la nueva profesora de spinning, y como buen empotrador, sabia que tenia que apuntarme a una de sus clases. No tenia ni puta idea de lo duro que seria, solo pensaba en tirarmela. En la sala de maquinas, sobre la colchoneta, en la ducha, en la sauna, sobre la cinta, contra la pared, de día, de noche... de todas las formas posibles, en todas las posiciones del puto kamasutra, en su casa y en la mía, en mi coche y en la moto... pero las manos, mi putas y ásperas manos...


Tres días por semana, durante una hora y 40 euros mensuales, mas otra hora de entrenamiento en la sala de maquinas y otros 40 euros mensuales, eran el coste por mi encoñamiento con la morena, pero el culo prieto y las piernas contorneadas también merecieron la pena.
El puto spinning era agotador, y Laura, la morena del culo prieto que me tenia loco, era una salvaje que no me dejaba respirar. Me sonreía putamente
cada vez que me veía sacar la lengua, y juraría que le ponía cachonda verme sufrir.
-Vamos, Alex, que no se diga. -me gritaba desde la otra punta de la sala mientras me guiñaba el ojo y se partía el culo, la muy puta. Como te coja te vas a enterar, me decía a mi mismo, pensando en empotrarla contra la pared, penetrándola una y otra vez, dejándola sin aliento entre polvo y polvo. Sin permitir que se corra, aunque me suplicase, aunque implorase, la follaría salvájemente y le castigaría con el placer mas extremo.
 Se me ponía dura cuando me sonreía. Y ella lo sabia. Ella decidió follarme aquella mañana de diciembre, y no al revés. Iluso de mi. ¿dulce? ¿tierna? mis cojones treinta y tres, era una salvaje indomable con piel de cordera que me volvía loco con su mirada traviesa y su sonrisa picarona. Me enloquecía por que solo era conmigo, solo yo veía ese otro lado salvaje y juguetón, por que era yo a quien ella quería en su juego, y eso me enloquece. El juego del gato y el ratón.

-Alex, tal vez necesites alguna clase particular, el pedaleo ha de ser mas intenso y no te veo sudar como antes. -me soltó de buena mañana, me dejo blanco. Pasamos al siguiente nivel.
 Gato 1, ratón 0.
-Si claro, me vendría bien, ya que últimamente estas floja y no me motivas nada.
Gato 0, ratón 1.
-¡Ah, si! Muy bien, en una hora te quiero ver en la bici. Veras que es motivación.
Gato enfadado, ratón cachondo.

En una hora la sala quedaría vacía, por lo que solo estaríamos ella y yo, mi culo en un aprieto, mi polla saltando al vació y mi sufrimiento dibujando una sonrisa en sus labios.

-Muy bien Alex, vamos a ver ese culo arriba, no quiero verte  apoyarlo en el sillín ni un segundo... ¡¡Vamos arriba!! -la música suena alta a rabiar, la bici esta dura de cojones y su mirada en mi espalda, mirándome el culo... puta madre, lo que  hace uno por follar, joder.
La sala estaba cerrada a cal y canto, solo ella y yo, el gato y el ratón, y una bici. Yo sudaba como un cerdo. Sentía su mirada en mi culo e imaginaba su sonrisa de satisfacción y lo jodido del asunto es que me estaba poniendo tremendamente cachondo. Que no podía dejar de imaginármela empotrada contra la pared, jadeando de placer, gritándome que le de mas, suplicándome, alborotándome el pelo, y de pronto ¡zas! siento que me arde el culo.
-¿Que coño? ¿me has azotado el culo? -veo su mirada, su picardía en lo que acaba de hacer.
-Venga Alex, que no se diga...-ostia, mi nombre suena jodidamente sexy en su boca.
Gato 1 ratón 0.
-Bueno ya esta bien. Te voy a follar, ahora mismo, contra la pared, contra el espejo, en el puto suelo, me da igual, pero te lo voy hacer.
Se muerde el labio, la muy... estaba esperando, ella ha decidido que será hoy.
Me bajo de la bici. Esta tranquila, mirándome fijamente. Me acerco, sigue sonriendo. Pero estoy sudado, y no quiero que sea así. Y mis manos. Ostia mis manos.
-¿Alex? -me dice sorprendida.
Me paro en seco, y me doy cuenta que no es una buena opción, que no quiero hacerlo así. No quiero el recuerdo de un polvo rápido y sudado, o peor, un rechazo doble, sudor y manos de lija. No, hoy no será el día.
-Lo siento, tengo que irme, te libras por un pelo... -le dejo plantada, y veo la decepción en sus ojos, me pierde su mirada y no quiero dejarla así. Acerco mis labios a los suyos, sin tocarlos. La miro fijamente. Pestañea varias veces y vuelve a sonreír.
-¿Demasiado para ti? -me suelta mientras acerca sus labios hasta rozar los míos.
-No, yo... -y no puedo aguantarme. La beso. Labios carnosos y suaves. Jadea suavemente. Llevo mis manos a su rostro, ella rodea mi cintura.
Nuestras lenguas se unen en mi boca. Me aprieta el culo, mientras me acerca hacia a su cuerpo. ¿Quiere ver si estoy palote? Pues se va hacer daño, por que tengo el rabo como el martillo de Thor.
Suavemente la llevo hasta la pared. No parece molestarle mis manos, ni mi sudor. Se deja llevar. Manosea mi cuerpo, acoge mi lengua en su boca. Pasa sus manos por mi cuello y eleva sus piernas hasta mi cintura. Esta dispuesta, estoy deseoso.
-¿Puede entrar alguien? -pregunto intrigado.
-Si. -responde segura, mientras me quita la camiseta, y se muerde el labio, le gusta lo que ve, me mira lasciva, me pone a mil.
Con cierto miedo meto mis manos por debajo de su camiseta. Su piel suave reacciona a mis caricias. Le gusta. Jadea. Subo por su espalda, despacio, bajo hasta sus caderas, me recreo en el paseo, lento, disfruto. Tira de mi pelo, me susurra al oído "me gusta" y me vengo arriba. Le suelto el sujetador, le subo la camiseta hasta quitársela y veo asomar sus precisos pechos, turgentes, endemoniadamente perfectos. Los beso, los lamo, los muerdo... jadea otra vez, esta disfrutando. Tengo el rabo para reventar, pero hay mucho que disfrutar aun. Siento sus manos a través del pantalón, acaricia mi culo, lo aprieta, lo estruja entre sus dedos, me pide mas... pasamos al siguiente nivel.
Gato 1 ratón 1

Continuara...

10 comentarios:

  1. Parece que tras esas caricias ella no se dio cuenta de sus manos… Supongo que en esos momentos uno tiene la mente pululando por los derroteros del placer…
    Deseando ya saber qué ocurre en el siguiente nivel! ;-)

    Bsoss enormes, y muy feliz finde!

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  2. Al final parece que ha predominado el empate entre el gato y el ratón, en esos momentos de pasión ambos ganan.

    Estoy impaciente por saber lo que ocurre.

    Besos.

    Lunna.

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    Respuestas
    1. jajajaja si parece que hay empate!!!
      Gracias por leerme :-)
      un beso

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  3. Has tumbado el mito del "fofisano" jajaja. Esperemos a ver que ocurre :)
    Besos.

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  4. Y dónde está el gimnasio ese?

    Por nada, por nada...

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  5. Wowww... Me encanta este tío. Tiene una chispa increíble. El ratón se va a merendar al gato. Me voy a la siguiente fase.
    Besis.

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Muchas gracias por la visita y por comentar :-))))