Que sería
lo que esperaba aquella mañana… sol, aire y frío, delicia invernal que
inspiraba mi mente. Le vi respirar, y comencé a soñar, ojala fuese mío, quizás
en otro lugar. Y caía el atardecer, el color violeta se sentía en el horizonte
y él seguía en mi mente, y a mis sueños llegaba de repente, imponente,
sonriente…
Y
entonces yo me abría, en mis sueños, a sus caricias, suaves y esponjosas.
A sus
besos, intensos y húmedos, dejando un trazo imborrable por cada poro de mi piel…
A sus
embestidas, profundas y placenteras… a sus miradas, excitantes y llenas de
intenciones, de lujuria, de sexo, de placer…
Y en lo
más profundo de mí ser, así lo deseaba, así lo esperaba… como el más delicioso
atardecer.
Tú si que sabes...
ResponderEliminarBesos sabios.
jajajaja gracias :-))
EliminarBesitos
Es que algunas personas ejercen un poder de seducción sobre nosotras que uffff
ResponderEliminarEso y más.
Besos de Pecado. :-)
Ufff... como lo sabes guapa!!!
EliminarUn besito :-)))
Charlie, verdad? Al menos yo me lo imagino a él. Un besazo
ResponderEliminarjajajajaja anda que no me conoces ni na!!!
EliminarFeliz navidad!
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